El fin de semana pasado estuve en Madrid, sí...ya sé que no dije nada, pero nos faltó tiempo para ver todo lo que queríamos. Fuimos al teatro, paseamos mucho, por el centro, por El Rastro, por el metro...jo...¡la cantidad de kilómetros que se hacen andando por los pasillos del metro! y...fui a ver y escuchar cantar a Caetano Veloso que debe ser un ángel porque canta como ellos y además no tiene edad. ¡Qué bien me lo pasé en vuestra tierra, madrileños! ¡Cómo me gusta Madrid! Muy cerca del hotel descubrimos unos jardines que me gustaron mucho, los jardines de la Fuente del Berro, aunque me decepcionó no encontrar una zona de aromáticas que en el folleto decía que estaba para invidentes con los letreros en Braille, preguntamos a los paseantes cotidianos, al conserje de La Casa de Cultura en la que se ha convertido la quinta y nada...nadie sabía nada, no sé si somos muy torpes y no la encontramos o simplemente que se quedó en un proyecto, sólo algo políticamente correcto para...

Me he enterado de que en la población de Boedo han hecho una plaza aromática estupenda, pensando en los invidentes. Es decir, al pasearse por ella, los invidentes se orientan principalmente gracias a tres factores: - la textura de las plantas que tocan, que son diferentes según la zona del jardín. - los aromas, otro tanto de lo mismo. - el ruído del viento al azotar las diversas especies es también diferente. Me parece una idea fantástica. Por otro lado, a ver si alguien me puede decir si la Junta de Andalucía edita todavía una publicación suya titulada "El Jardín Aromático", gracias, y dónde se puede encargar. Un abrazo.